Se acerca la Semana Santa y Huaraz empieza a animarse por el comienzo de la temporada de trekking (senderismo) y alpinismo (andinismo) en la Cordillera Blanca. Esa maravillosa cordillera andina, que se extiende a lo largo de 180 kilómetros en el Parque Nacional Huascarán, incluye la cumbre mas alta de Perú (Huascarán, 6768 metros) y una de las montañas mas espectaculares del mundo (Alpamayo, conocido por su pared norte occidental, a forma de pirámide). Junto a los circuitos mas frecuentados, Santa Cruz trek (5 días entre lagunas, nevados y pasos hasta los 5000 metros de altitud) y caminata de las Lagunas de Llanganuco (en la foto), existen muchísimas otras posibilidades: Laguna Churup trek, Quilcayhuanca trek y Ishinca trek. Todas las caminatas ofrecen estupendas vistas de las cumbres nevadas de la Cordillera Blanca. Numerosas son también las opciones de alpinismo para ascender a los picos, sin olvidar la cercana Cordillera Huayhuash (Huayhuash trek). Para mas información sobre caminatas y andinismo en Huaraz, un buen lugar puede ser la Asociación de Guías de Montaña del Perú. Para visitar los mejores miradores de la Cordillera Blanca, es bastante recorrer los muchísimos senderos de la Cordillera Negra a pie, bicicleta de montaña o caballo.
Un amanecer en Huaraz
Un amanecer en Huaraz vale el espectáculo de 30 cumbres nevadas ruborizarse, en el rosa transportado por el viento gélido. Un amanecer en Huaraz vale la sonrisa de una señora temblorosa, gritando «¡Tamales!». Un amanecer en Huaraz te asombra hasta hacerte chillar que has conquistado el techo del mundo, o quizás solo la meta de un largo camino. Un amanecer en Huaraz te quita el respiro, para llevarte donde solo los cóndores andinos se atreven. Un amanecer en Huaraz vale 10 meses de viaje nómada y tantas aventuras, es la alegría del tiempo y el entusiasmo de descubrir siempre nuevos horizontes. Ahora el día con sus colores, el mercado campesino y las mujeres bromear, las tímidas sonrisas de los niños, una cabalgata o una larga caminata hacia las lagunas de esmeralda (Llanganuco y Churup)… y tantas pequeñas historias para recordar.
Cañón del Pato, hacia Huaraz
Es temprano en la mañana cuando el desierto de la cuesta peruana, siniestramente desnudo, se deja despertar de los primeros rayos del sol, que juegan con la niebla. En la mente Trujillo y las ruinas Moche de Chan Chan, una noche interminable al terminal de los autobuses «America Express». El sueño desaparece acompañado por el olor de hierro y pescado del puerto de Chimbote, un lugar de frontera y quizás hasta pintoresco. Escogemos el camino mas espectacular para regresar a los Andes, recorriendo el Cañón del Pato. El autobús sube penosamente la cuesta sin asfaltar, numerosos puentes inestables retrasan el camino. El abismo bajo nuestros pies crece constantemente, el río rumorea en el valle. Un sistema de estrechos túneles nos hace esperar mucho cuando cruzamos otros coches y camiones pero, horas de viaje después, finalmente el horizonte se abre hacia la Cordillera Blanca, uno de los lugares mas lindos del mundo, con sus muchísimos nevados y picos andinos (Huascarán, Alpamayo, Huandoy, todos arriba de los 6000 metros). A lo largo del Callejón de Huaylas, desde Caraz, Yungay y Huaraz, podemos aprovechar de un paisaje que nos quita el respiro…