Nueva York, primer contacto

Es el segundo día, aquí en Manhattan. Seguimos siendo muy cansados, debido al jet lag. Esta América tan llena de luces no puede pararse: las tiendas siempre están abiertas, el tráfico continuo, la gente que come a toda hora. Quizá, exactamente cómo pensábamos de conocerla… y entonces luces, luces, y luces. Hay a menudo una niebla londinesa (o londinense), pero un sol sonriente está brillando esta mañana. Hemos estado caminando mucho ayer, siempre con una mirada hacia el cielo (está impresionante mirar a los edificios: no puedes incluso ver su fin). No amamos generalmente las cosas modernas, pero el horizonte de Manhattan es algo único. Pensamos que Nueva York es una ciudad con contrastes y diferencias sobre todo a nivel social, pero es demasiado temprano para entenderla. La gente es muy chevere, nos sale tan simple comenzar a hablar con cualquiera persona, desde el nómada del parque central al comerciante de Chinatown.