No hemos podido entender todavía la verdadera condición social de los indígenas norteamericanos. En la región donde estamos viajando, las tribus Navajo (The delight song of tsoai-talee, N. Momaday), Apache, Ute y muchos otros grupos pequeños conducían una vida nómada. Cruzando sus territorios, entendemos de donde viene su profundo respecto por la naturaleza y todos los seres: ésas son tierras semi-desérticas con una continua escasez de recursos y llenas de riesgos, donde solamente los caballos más fuertes (los esplendidos Mustang) pueden sobrevivir. Entendemos porqué era gente nómada, moviéndose continuamente y porqué su música es tan melancólica y llena de ecos hacia el pasado. Nos lastima ver que están casi obligados a intercambiar su asombrosa cultura por pequeñas cantidades de dinero, para sobrevivir. Al contrario, nos fascina lo qué estamos aprendiendo en Nuevo México, donde los antiguos pueblos (indianpueblo.org) son ayudados en el intento de rescatar su cultura y tradiciones.
Amamos pensar que somos seres salidos desde el vientre de la tierra, la Madre Tierra (Pachamama), para comenzar un recorrido sin fin hacia el sur, en paz con la naturaleza y nosotros mismos… un recorrido nómada que estamos siguiendo nosotros también, a nuestra manera.