Amamos el sitio arqueológico de Palenque: la belleza y la grandeza de sus templos revelan la historia de una ciudad Maya rica y de figuras legendarias (sobretodo, Pakal), dejándolas todavía en el misterio. La selva cubre las ruinas, creando una ambientación maravillosa. Inevitablemente el bosque sí mismo sube al papel de actor principal, con sus colores y sonidos. Los numerosos insectos y pájaros, los tócanos y los monos aulladores (como los monos araña) empiezan su propio concierto, mientras que el “Palacio de las Inscripciones” nos cuenta sobre un pasado dorado: nuestra imaginación vuela entre la selva y las ruinas… es imposible no abandonarse a la fascinación por este lugar.