Saidia, la mas oriental de las playas del Mediterráneo marroquí, a pocos pasos de la frontera argelina. Algunas nubes amenazantes nos dejan preocupados, pero las olas de la playa de arena y la agua esmeralda nos invitan a dar un largo paseo. De pronto llega la noche y toda la multitud de turistas marroquíes desaparece, sólo quedan las gaviotas que nos observan curiosas. Nos sentamos en el bar cercano a la playa para tomar un té de menta y de inmediato conocemos a Mimon, que nos cuenta su vida entre las costas española y marroquí, más allá del mar Mediterráneo, llevando la preciosa kif.