Camino del oro, Incachaca y Santa Rosa

Segunda parte. Nuestro increíble viaje continúa desde Consata y el ambiente que nos rodea se vuelve más y más amable con nosotros. Hemos construido una amistad que puede derribar el muro de la diversidad y desconfianza. Admirando la belleza salvaje de los Yungas, hemos recibido algunas lecciones de quechua y aymara (Inti y Lupi por la palabra sol), las lenguas habladas por la población indígena. Nos centramos en los conceptos esenciales, como los amigos, la familia, el bosque, las montañas, el cielo, el sol y la luna.
En el medio de la noche, después de dar los saludos a nuestros amigos de Consata, encontramos un pasaje a Incachca, por el camino del oro en dirección de Santa Rosa. Un sendero lleno de baches lleva en el corazón de la selva a través de un paisaje nocturno de encanto incomparable. La foresta está animada por los sonidos de miles de seres vivos, que respiran, cantan y bailan al unísono. Percibimos toda la inmensa energía de la Pachamama. Con nuestros compañeros de viaje llegamos a Incachaca en la noche, donde acampamos bajo las estrellas, pero estamos tan emocionados que no podemos dormir. La selva nos muestra el enfoque de la madrugada con un creciendo de músicas. Llegamos a Santa Rosa.

Consata y Incachaca bolivia

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