Banco del tiempo en Santiago de Chile

En Santiago de Chile opera un banco del tiempo. A diferencia de un banco tradicional, aquí no se utiliza el dinero y lo que los clientes tienen en sus cuentas son los favores y servicios. Plomería, electricidad, moda, maquillaje, comida, clases de guitarra, de animación o de enfermería son algunos de los servicios que se intercambian los residentes de los barrios en los que el banco opera. Según los proponentes de esta iniciativa, el objetivo es promover la solidaridad y la participación de los ciudadanos. Seis veces al mes Flora corta el pelo de algunos de sus vecinos. Si lo hace, ella acumula el tiempo que puede recuperar con otros favores de sus vecinos, los expertos en otras actividades. Las personas se les paga con un cheque del banco del tiempo cada vez que hacen un favor. El banco del tiempo funciona dentro de la dinámica del barrio y los vecinos son los que lo administran. La comunidad participa, porque entiende que el banco del tiempo es una forma efectiva de mejorar la calidad de vida de la comunidad en la que el banco crece. En el banco del tiempo se aplica el principio de igualdad y todos los trabajos realizados por los residentes del barrio tienen la misma importancia.
El banco tiene por objetivo sustituir el individualismo con un espacio de cooperación en el que lo que cuenta es la capacidad de las personas, no el tiempo o el dinero.

Santiago es el nombre de Santiago Apóstol, patrón de la ciudad. Nació en Betsaida, fue el hermano de Juan el Evangelista y hijo de Zebedeo y Salomé. Fue con Jesús en el huerto de los olivos y se distinguió, junto con Juan, por su animosidad.

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