Desde Andahuaylas el camino continúa incierto entre empinada subida hasta los 5.000 metros del altiplano andino y bajadas hacia la selva amazónica, a lo largo del valle del Chanka y los afluentes del Río Apurímac. Finalmente llegamos a Ayacucho, perla abandonada entre culturas indígenas, religiosidad y sincretismo, Sendero Luminoso.
Ayacucho, la ciudad de muchos amigos peruanos, también en sus caminos a algunos lugares fascinantes y exóticos. Ayacucho, la ciudad de los mejores anticuchos o despojos de bovino y papas asadas y de los mejores picarrones o panqueques con una salsa especial.