El Lago Titicaca es impresionante por su belleza extrema y no solamente por su altitud de más de 3.800 metros sobre el nivel del mar. Desde Ayacucho, un viaje sin fin que conduce primero en la costa del Océano Pacífico, en Pisco, Ica y Nazca, Arequipa y finalmente el regreso al altiplano andino, entre Juliaca y Juli, dos pueblos en las orillas del lago Titicaca.
A lo largo del lago se pueden descubrir lugares encantados, impresionantes vistas y una antigua cultura que tiene sus raíces en simbiosis con el lago Titicaca. Al horizonte se pueden ver algunos asentamientos Uros, construidos sobre islas de totorales (la totora es la caña endémica de Lago Titicaca) y a donde se puede llegar con las típicas canoas también de totora. Una puesta de sol en el lago Titicaca vale un viaje. Pronto será Bolivia.