Soñábamos una ciudad Maya perdida en la jungla, soñábamos templos imponentes sofocados por las lianas y habitados por los monos, serpientes y tucánes. Soñábamos un mundo olvidado para explorarlo en completa soledad, dejando espacio solo a la imaginación de tiempos antiguos y dorados… todas estas emociones las vivimos en manera muy intensa y venturosa en el sito arqueológico de Tikal: un complejo Maya gigantesco y totalmente rodeado por la selva. Extasiados, hemos transcurrido una tarde entera buscando la manera para escalar los inmensos templos y observando, rostro hacia el cielo, la frenética vita de los monos (monos araña y saraguatos) y de los muchos otros animales selváticos. Solo la belleza de un atardecer intenso cuanto breve, nos ha podido alejar del sueño, ocultándonos este mundo perdido y sus dueños…
Me encanto! Se me pianto un lagrimon, que rapido se esfumo sabiendo que buscas tu destino!