La micaroa, el carnaval fuera de época en João Pessoa, una divertida sesión de buceo en una dimensión desconocida, sensual, prohibido, un juego de locura, patear una de las almas inquietas. Una infusión de música de colores electrizantes, chiclete com banana y ivete sangalo, caribeños, latinoamericanos, brasilianos, blanconegros, rojos, amarillos y verdes, africanos, amazónicos; continuas visiones de platos sabrosos, salados, picantes. La transgresión de bailes salvajes, cuerpos delgados, litros y litros de crema batida y sonrisas, un carrusel de bacantes.
Amigos, muchos amigos, chistes y risas, un carro para el transporte de sangría, caipirinha y cachaza, vestidos de lujo organizados en toda prisa, jesús, macarena y muchos más… ya es la mañana del tercer día y los recuerdos se están reuniendo confusos, modernos caballeros ciudadanos deambulan por las calles desiertas, el festival cae en el silencio, y la fiesta termina ahora.