Fui todos los días al mercado, sólo para saciar mi sed de colores, para emborracharme de sabores, para vivir miles de vidas. Eso es lo que pasa también en Jacumã, inesperada perla del nordeste: playas de ensueño, casi desiertas, personas agradables y tranquilas, el arte y los colores, la posada acogedora donde me encuentro emana una energía intensa y positiva. Encantos de Brasil.
La puesta de un sol
ardiente de pasión
el atardecer de una vida
dedicada a la resurrección
cuántos ángeles caerán
para abrir una brecha
en nuestro corazón de acero
cuántas lágrimas de cielo
para disolver el hechizo
que nos niega el vuelo libre…